La ex Gran Hermano Andrea Rincón se encuentra con custodia policial debido las amenazas que recibió de un fanático, mientras Alfonso Severo, uno de los testigos clave del juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra nunca tuvo protección. ¿Justicia cholula? ¿Porqué un hombre que está en medio de uno de los juicios más importantes no recibe custodia mientras que una chica de la tele está escoltada por un uniformado las 24 horas?
El ministro de justicia Julio Alak, argumentó ayer respecto a la desaparición de Severo y la ausencia de custodia policial que "Ni la Justicia ni Severo solicitaron estar incluido en el programa de protección de testigos, y la ley expresamente prohíbe incluirlo sin ese requerimiento porque podría ser una violación de su intimidad", lo cual suena más que lógico.
Pero, siendo así ¿no podría el juez a cargo de la causa solicitar la custodia? En el juicio por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra hay mucha gente importante implicada, muchos pesos pesados se ven en jaque y ¿los testigos no tienen protección?
En contrapartida, Andrea Rincón, una de las figuras de "Bailando por un Sueño 2012",perseguida por un fanático, luego de realizar una denuncia al 911 recibió custodia policial permanente e inmediatamente, según ella misma declaró a un portal.
Esta bien que se proteja a Rincón, pero Severo, también se merecía cuidados. Y si como dice Alak, no se le puede asignar custodia a alguien si la justicia no lo ordena, la justicia debería haber dado la orden y garantizarle al testigo que declarar en la causa no afectaría su integridad física.
En casos muy importantes, con tanto enredo, con tanta gente importante implicada, resultaría hasta predecible que los testigos podrían sufrir, como mínimo amenazas. Pero no, la justicia no lo previó y Severo fue secuestrado, justo doce horas antes de tener que ir a declarar ¿Casualidad?
Como si fuera poco, en contraste, cuando la modelo alertó sobre las amenazas que recibía al 911, obtuvo rápidas respuestas. Mientras que el trabajador de Diario Popular que encontró a Severo llamó para pedir auxilio reiteradas veces y nunca le respondieron. ¿Hay que probar suerte al teléfono cuando se llama al 911?
Que Severo no haya tenido custodia y que haya sido secuestrado, desalienta y hace descreer en la justicia. Nos hace sentir desprotegidos y desamparados, también nos vuelve indiferentes ante la sociedad y nos quita la solidaridad.
Si un testigo corre riesgo, ¿por qué alguien va a querer colaborar con la búsqueda de la verdad si no tiene garantías de que el Estado lo va a cuidar? Es todo una utopía: la búsqueda de la verdad, pero para ello es necesario que quien colabore con esa búsqueda tenga la seguridad de que no va a tener que pagarla con su vida.
Que el testigo de una causa desaparezca y sea secuestrado, y que el episodio esté vinculado por el juicio, no es para nada un tema menor, por lo contrario, es una realidad muy grave que demuestra una trama de irregularidades, falencias en la justicia y un estado total de desamparo hacia quienes brindan su palabra ante el juez en pos de la verdad.
A una modelo le dan custodia y a un testigo no lo protegen, una paradoja mas entre tantas que lamentablemente nos pone en una situación de total vulnerabilidad. Pareciera que para la justicia, salir en televisión y tener una cara bonita es más importante que tener una porción de la verdad en un juicio por un asesinato.
El ministro de justicia Julio Alak, argumentó ayer respecto a la desaparición de Severo y la ausencia de custodia policial que "Ni la Justicia ni Severo solicitaron estar incluido en el programa de protección de testigos, y la ley expresamente prohíbe incluirlo sin ese requerimiento porque podría ser una violación de su intimidad", lo cual suena más que lógico.
Pero, siendo así ¿no podría el juez a cargo de la causa solicitar la custodia? En el juicio por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra hay mucha gente importante implicada, muchos pesos pesados se ven en jaque y ¿los testigos no tienen protección?
En contrapartida, Andrea Rincón, una de las figuras de "Bailando por un Sueño 2012",perseguida por un fanático, luego de realizar una denuncia al 911 recibió custodia policial permanente e inmediatamente, según ella misma declaró a un portal.
Esta bien que se proteja a Rincón, pero Severo, también se merecía cuidados. Y si como dice Alak, no se le puede asignar custodia a alguien si la justicia no lo ordena, la justicia debería haber dado la orden y garantizarle al testigo que declarar en la causa no afectaría su integridad física.
En casos muy importantes, con tanto enredo, con tanta gente importante implicada, resultaría hasta predecible que los testigos podrían sufrir, como mínimo amenazas. Pero no, la justicia no lo previó y Severo fue secuestrado, justo doce horas antes de tener que ir a declarar ¿Casualidad?
Como si fuera poco, en contraste, cuando la modelo alertó sobre las amenazas que recibía al 911, obtuvo rápidas respuestas. Mientras que el trabajador de Diario Popular que encontró a Severo llamó para pedir auxilio reiteradas veces y nunca le respondieron. ¿Hay que probar suerte al teléfono cuando se llama al 911?
Que Severo no haya tenido custodia y que haya sido secuestrado, desalienta y hace descreer en la justicia. Nos hace sentir desprotegidos y desamparados, también nos vuelve indiferentes ante la sociedad y nos quita la solidaridad.
Si un testigo corre riesgo, ¿por qué alguien va a querer colaborar con la búsqueda de la verdad si no tiene garantías de que el Estado lo va a cuidar? Es todo una utopía: la búsqueda de la verdad, pero para ello es necesario que quien colabore con esa búsqueda tenga la seguridad de que no va a tener que pagarla con su vida.
Que el testigo de una causa desaparezca y sea secuestrado, y que el episodio esté vinculado por el juicio, no es para nada un tema menor, por lo contrario, es una realidad muy grave que demuestra una trama de irregularidades, falencias en la justicia y un estado total de desamparo hacia quienes brindan su palabra ante el juez en pos de la verdad.
A una modelo le dan custodia y a un testigo no lo protegen, una paradoja mas entre tantas que lamentablemente nos pone en una situación de total vulnerabilidad. Pareciera que para la justicia, salir en televisión y tener una cara bonita es más importante que tener una porción de la verdad en un juicio por un asesinato.
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