domingo, 7 de octubre de 2012

Historias de uno de los últimos `baqueanos` del `corned beef`



CIUDADES  | DÍA DEL PATRIMONIO | EL LENGUAJE DE LOS URUGUAYOS


Fray Bentos. Antonio recuerda que ganaban solo ocho centésimos la hora



RÍO NEGRO | DANIEL ROJAS
A sus 91 años, Antonio Rodríguez Piazzolli, alias "Paso" por ser de Paso de los Toros, es uno de los pocos trabajadores sobrevivientes del ex frigorífico Anglo de Fray Bentos, considerado "la cocina del mundo" durante las Guerras Mundiales.
Nacido en 1863 como la Liebig Extract of Meat Company, adoptó el nombre de frigorífico Anglo en 1924. Llegó a emplear a 5.000 personas, de un total de 15.000 habitantes que en ese entonces tenía Fray Bentos, una ciudad cosmopolita que creció al influjo de este colosal emprendimiento industrial.
Ayer, en el marco del Día del Patrimonio, la Asociación de Jubilados de Industria y Comercio inauguró una muestra en el Museo Anglo bajo el título: "La Gesta heroica del año 1956", que permanece abierta hoy, y se presentó el libro Historia de una marcha a pie.
La fábrica albergó a obreros de más de 60 países. Griegos, polacos y búlgaros se mezclaban con italianos, húngaros e ingleses. La planta de cinco pisos elaboraba más de 100 especialidades de conservas, incluyendo derivados cárnicos, vegetales, dulces y otros alimentos procesados. Por jornada se faenaban 1.600 vacunos, 6.400 corderos y 4.800 capones, además de cerdos y pavos.
El historiador René Boretto documentó a través de los años que las exportaciones del frigorífico británico se hicieron tan famosas que durante las dos Guerras Mundiales Fray Bentos fue considerada "la cocina del mundo", porque proveía a las tropas aliadas y a los pueblos europeos de diversos subproductos derivados de la carne. El impacto de este producto en Europa llevó a que hasta un tanque de guerra llevara el nombre "Fray Bentos" en la Primera Guerra Mundial.
PRÍNCIPE CARLOS. Si bien se lo concibió como un alimento para las clases obreras, alcanzó a todos los estratos de la sociedad. El príncipe Carlos de Inglaterra, durante una visita a Uruguay en 1999, dijo: "Crecí comiendo corned beef. Recuerdo comer tanto que salía por mis orejas". En esta fábrica se encendió la primera lamparilla eléctrica de Sudamérica y se afirma que la revolución industrial en el río de la Plata comenzó en este preciso lugar.
TESTIMONIO. Antonio Rodríguez ingresó a trabajar al ex frigorífico con 13 años. Fue el 16 de octubre de 1933 a las 8.30 de la mañana y permaneció allí 47 años hasta 1980, cuando la fábrica ya había cerrado. Cumplió diversas tareas en los 32 departamentos que existían en la fábrica.
En 1952 en Inglaterra coronaron a Isabel II y Antonio no tuvo mejor idea, con otro compañero, que hacer una "travesura": tomaron un carro que se utilizaba para trasladar productos, habían llevado una corona con flores y espinas y a la fuerza tomaron a un compañero al que disfrazaron con una capa. "Tenía un facón en la cintura, pero no nos daba miedo. Lo atamos y lo paseamos por toda la fábrica. Eran tiempos en que no había televisión ni radio. Hacíamos esas travesuras sanas para divertirnos", recuerda. Fue él quien encontró en 1956, hace 56 años, el ternero con dos cabezas que aún se exhibe en el museo; trabajaba en el área de menudencias donde por varios tubos caían las vísceras de los animales.
Eran miles de obreros de diferentes culturas conviviendo. "Aquello era una Torre de Babel. Los polacos comían sandía y pan con cebolla. No se les entendía nada", recuerda.
Según "Paso" los trabajadores vivían en medio de la pobreza. Cuenta que siempre quiso comprarse un traje azul, pero nunca pudo porque sólo ganaba 8 centésimos la hora.
Rememora las "legendarias" marchas a pie por más de 300 kilómetros hasta Montevideo para reclamar por sus derechos. "¿Sabés lo que es ir a pie hasta Montevideo?. Yo fui. Nos llevó 15 días y sólo logramos 3 centésimos de aumento", dice.
En manos del Estado uruguayo, la fábrica pudo continuar hasta 1979 donde se produjo el cierre definitivo.
Baqueanos. Adj. Experto, cursado. Corned beef: Conserva de carne vacuna deshuesada.
El País Digital

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Dieguito.