La Casa Blanca urgió este lunes al Congreso a ayudar a evitar una crisis fiscal, en un informe que subraya cómo un aumento de impuestos a la clase media y recortes en los gastos podrían afectar a los minoristas y al consumo.
"El presidente cree que los demócratas y republicanos deberían unirse para renovar los recortes de impuestos a la clase media de modo que las familias y las empresas tengan mayor certidumbre en este momento crítico de nuestra economía", dijo el portavoz presidencial, Jay Carney, al divulgar un informe sobre las potenciales secuelas de un fracaso en lograr un acuerdo en el Congreso.
"Si el Congreso no actúa, las familias de clase media verán aumentar sus impuestos el 1 de enero. La familia típica de clase media verá un alza de 2.200 dólares en su carga impositiva el año próximo, impactando negativamente en las empresas y minoristas a lo largo del país", señaló Carney, tras un fin de semana clave en la temporada de compras.
Las autoridades en Washington regresaban al trabajo este lunes tras un feriado de cuatro días para conjurar lo que ha sido descripto como "precipicio fiscal": una convergencia de aumentos impositivos y grandes recortes de gastos, incluyendo gastos militares, que según algunos expertos podría tener nefastas consecuencias, incluyendo una nueva ralentización de la economía.
Tanto republicanos como demócratas son conscientes de la necesidad de poner las cuentas fiscales en orden, en momentos en que Estados Unidos intenta dominar una enorme deuda y reducir el déficit.
El presidente Barack Obama "ha instado al Congreso a actuar y a dejar de tener a la clase media y a nuestra economía como rehenes del desacuerdo sobre los recortes de impuestos para hogares con ingresos mayores a los 250.000 dólares anuales", dijo el portavoz.
El mandatario urge a "un plan de reducción del déficit de 4 billones que pide a los más ricos pagar un poco más y preserva las inversiones que necesitamos para mantener el crecimiento de la economía", agregó Carney.
Los asesores de Obama dicen en el informe que los consumidores estadounidenses podrían gastar 200.000 millones de dólares menos en 2013 si aumenta su carga impositiva.
"Los consumidores estadounidense son la base de nuestra economía, representando más de dos tercios del aumento total del PIB real durante 13 trimestres consecutivos de recuperación económica desde mediados de 2009", dijo Carney.
Obama dijo que cualquier acuerdo que se alcance debe incluir un aumento de impuestos para los ricos, algo que los republicanos rechazan.
Los republicanos insisten que aumentar la carga impositiva a los ricos sería contraproducente y sólo serviría para enlentecer el crecimiento económico y asegurar que el país siga estancado, afectando el gasto, las contrataciones y las inversiones por parte de los empresarios.
AFP
El País Digital
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