Analía Soledad Perdomo tenía 17 años. La justicia investiga a su exnovio y a dos cómplices. Ayer hubo multitudinaria marcha contra la violencia de género
En la madrugada del 30 de noviembre Analía Soledad Perdomo, de 17 años, fue drogada, violada por dos individuos y luego tirada al vacío desde un barranco de Fray Bentos. Al parecer, sus atacantes bajaron a la playa y la ahogaron en el río Uruguay.
Las pericias indican que Analía agonizó por un buen rato y vivió atrocidades en sus últimos momentos. Murió por asfixia por inmersión, pero antes sufrió una grave fractura de cráneo por la caída desde 20 metros.
Así apareció horas después: boca arriba y con señales de haber sido violentamente agredida tanto física como sexualmente.
De su parte no había ningún rastro de defensa. Los forenses intentan saber cuál fue la sustancia usada para reducirla.
La indignación general provocó ayer una multitudinaria marcha contra la violencia de género. Unas 400 personas atravesaron ayer, domingo, el barrio Anglo, donde vivía la víctima, hasta la Plaza Constitución.
Alejandra, madre de la víctima reclamó a los vecinos que denuncien si saben algo. Reveló allí que ya había realizado una denuncia de violencia doméstica contra su hija pero que la policía la descartó.
También habló Yanela Vila, una activista de la zona: "hoy fue ella, mañana puede ser otra niña u otro niño, así que por favor comprométanse como sociedad", dijo.
La jueza penal de Fray Bentos Lidia Pignataro tiene que desenredar una trama de odio, drogas y mentiras.
Hay dos detenidos en la causa. Se trata de JJDV y RASV. Ambos reconocen haber sido autores del ataque sexual.
Sin embargo, ellos aseguran que el exnovio de Analía fue quien los llamó a las 2.30 horas de la mañana para inducirlos al hecho.
Según dijeron, les ofreció a la joven para "satisfacer sus necesidades sexuales"..
DF, el exnovio, fue liberado por la juez Pignataro por falta de pruebas pese a que hay muchas opiniones en contrario que indican la posibilidad de que huya de Fray Bentos.
Se esperan las pruebas procedentes de Antel para saber si esas llamadas realmente existieron.
La fiscal solicitó homicidio muy especialmente agravado para los dos jóvenes que confesaron el hecho.
FOTO: Santuario de Analía Soledad montado por los vecinos del barrio Anglo. (Daniel Rojas, corresponsal de Subrayado y El País)
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