Los policías “verduguean” a los reclusos para provocarlos, dijo el ministro
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, removerá este miércoles al director del penal de Libertad, el mayor Héctor Ferreira, por aplicar malos tratos a los presos. Los policías revisan a los reclusos “con un palo” antes de que salgan a trabajar, “los verduguean de forma tal que el preso quede bien enojado”, dijo Bonomi a El Observador.
“Estamos incentivando a los directores de las cárceles cuando cumplen con determinadas cosas, pero el que no cumple no puede estar. No es un lugar para estar cómodo. Es un lugar para cumplir con lo que tiene que ver con la rehabilitación de los presos. Ahí no funcionó y cambia”, explicó el ministro.
Bonomi relató que “hay muchos policías (en el penal) que no comparten el trabajo de los presos, que no comparten que se los saque de la celda y no cumplen las órdenes correctamente. Uno les dice que hay que sacar a los presos a las 8 de la mañana a trabajar y los sacan a las 9.30, les ponen las manos contra la pared, las piernas abiertas, con un palo los revisan, los ‘verduguean’ de forma tal que el preso quede bien enojado”.
El ministro agregó: “Los llevan a trabajar a las 10 y a las 10.30 los sacan. Los presos tendrían que trabajar de 8 a 12 y en realidad trabajan de 10 a 10.30. Cuando vuelven les hacen lo mismo. Y así los presos no quieren ni salir”.
La bala que mató al policía
Ferreira había asumido el 30 de abril, cuando el ministro designó a su predecesor, el mayor Fabián Severo, subdirector del Área Metropolitana del Instituto Nacional de Rehabilitación. El ascenso se produjo luego de que el 20 de abril estallara en el penal de Libertad “la crisis carcelaria más importante de la década”, según el comisionado parlamentario para el sistema penitenciario, Álvaro Garcé. Ese día, Eduardo “El Yiyo” Brasil Sastre mató al guardia Óseas Pintos e hirió a otro policía, episodio que desencadenó la represalia de los demás agentes y una serie de motines en otras cárceles. Brasil Sastre fue ultimado esa mañana.
La represalia policial dejó además a ocho presos con heridas graves, uno de ellos, de origen brasileño, con doble fractura expuesta en sus piernas, informó entonces Garcé al Parlamento.
Muchos de los policías que participaron de las golpizas y de los presos que las sufrieron permanecen aún en el penal de Libertad. Por esa razón, la relación entre los reclusos y la guardia en esa cárcel sigue siendo particularmente hostil.
La Justicia penal investiga
El juez penal de Libertad, Pablo Misa, lleva adelante varias investigaciones que surgieron a raíz de estos hechos, entre ellas, los homicidios de Pintos y Brasil Sastre.
Además, investiga cómo el recluso consiguió un revólver 9 milímetros dentro del penal. “En la Policía hay corruptos”, indicó entonces Bonomi.
El juez Misa también investiga una denuncia de los presos por dos episodios de golpizas, ocurridos el 20 y el 25 de abril, cuando la guardia compañera del agente muerto volvió a la cárcel; y otra de policías que denunciaron amenazas de muerte por parte de presos.
Reclusos, policías y el entonces director del penal, Severo, ya declararon ante el juez. l
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