Los venezolanos votaban a su futuro presidente entre Hugo Chávez, aspirante a permanecer dos décadas en el poder, y el ex gobernador Henrique Capriles, que preconiza un cambio de rumbo frente al actual modelo socialista, en las presidenciales más inciertas desde 1998.
Desde muy temprano, largas colas empezaron a formarse en los 13.800 centros electorales del país, que permanecerán abiertos hasta las 18 horas de Venezuela o hasta que no queden electores a la espera de ejercer su derecho.
"Bendito seas, 7 de Octubre! Escribiremos otra página histórica sobre tus horas!", escribió Chávez en su cuenta Twitter, emplazando a los casi 19 millones de electores convocados a las urnas a votar a primera hora.
"Hoy decidimos el futuro de nuestra Venezuela, vayamos todos a votar pensando en que podemos y vamos a estar mejor, vota por ti", dijo a su vez Capriles en su cuenta de la red social.
Chávez tiene previsto ejercer su derecho a voto en el barrio popular 23 de Enero de la capital, mientras Capriles votará en la acaudalada urbanización Las Mercedes, en el este de la ciudad.
"Hay una masiva participación", informó al canal oficial VTV la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, precisando que la jornada, para la que se desplegaron 139.000 militares en el país, se desarrolla sin incidentes.
"Me levanté temprano porque vine a darle mi voto al futuro presidente otra vez, el cual va a ganar prácticamente con dos o tres millones de votos de distancia", dijo Julio Urbina, seguidor de Chávez, en un centro de votación del barrio popular de Petare, en Caracas.
Miguel de Vares, de 29 años, aseguraba en cambio en un colegio en el acomodado barrio de Chacao que "la gente está buscando algo diferente" en estas elecciones.
"Creo que si no hay resultados en cosas básicas como inseguridad, es mejor confiar (el gobierno) a otra persona", dijo este empleado de un taller.
Chávez pide el triunfo para profundizar su revolución socialista y confía en que las clases populares, que se benefician de los programas sociales financiados por la renta petrolera, vuelvan de nuevo a apoyarlo en las urnas.
El mandatario encabeza la mayoría de los sondeos, pero Capriles recortó distancias a lo largo de una campaña en la que recorrió palmo a palmo el país, en una lucha que comparó con la de David contra Goliat, en alusión a los recursos públicos y el control de los medios estatales de los que dispone el chavismo.
Chávez, de 58 años, se ha esforzado en los últimos meses en proyectar una imagen revitalizada después de que un cáncer, detectado en 2011 y cuya ubicación nunca reveló, le obligara a pasar largos períodos apartado de la escena pública.
Dieciocho años menor, Capriles se ha dejado ver en pleno derroche de energía visitando más de 300 pueblos en los últimos meses y preconizando un modelo inspirado en el brasileño -que concilie los sectores público y privado-, frente al desgaste del régimen actual después de casi 14 años en el poder.
Este ex gobernador del populoso estado de Miranda (norte) fue elegido candidato de la oposición en unas inéditas primarias en febrero, en las que la participación fue masiva, de tres millones de personas.
En 2006, la oposición, unida detrás de la candidatura de Manuel Rosales, fue barrida por el mandatario, que obtuvo 62% de los votos.
Las elecciones en Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, ha generado gran expectativa internacional, sobre todo en América Latina y el Caribe, donde Chávez ha construido un fuerte liderazgo, especialmente vendiendo petróleo a condiciones preferenciales a países menores y ofreciendo jugosas oportunidades de negocios a sus aliados.
La expectativa en Estados Unidos también es grande, dado que el presidente ha liderado en la región la oposición a ese país, que de todas maneras le compra casi un millón de barriles de crudo por día.
Los resultados de estas elecciones serán anunciados por el CNE en la noche cuando la tendencia sea "irreversible". Está prohibida la publicación de sondeos a boca de urna, aunque el propio organismo electoral ha admitido que las redes sociales escapan a su regulación.
Por su parte, los partidos políticos desplegaron casi 200.000 testigos capacitados para hacer un conteo de las actas en los centros electorales.
El canciller Nicolás Maduro pidió tras votar en un colegio del estado Carabobo (norte) "respetar los resultados, que es respetar la voluntad del pueblo".
El sistema electoral está 100% automatizado, excepto en el extranjero, donde el sufragio es manual y están llamadas a sufragar unas 100.000 personas.
Miles de votantes se desplazaron a votar en el exterior, especialmente en Estados Unidos, donde están inscritos unos 37.000 electores, y España, con unos 20.000.
Expertos del estadounidense Centro Carter descartaron esta semana que pueda haber fraude y aseguraron que está garantizado el secreto del voto.
Más de 200 acompañantes internacionales, entre éstos una delegación de la Unasur que se estrena en este cometido, y una comitiva brasileña encabezada por Marco Aurelio García, principal asesor diplomático de la presidenta Dilma Rousseff, seguirán sobre el terreno el proceso de votación.
AFP
El País Digital
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