sábado, 27 de octubre de 2012

Uruguaya halló por qué tumor cerebral no se cura con cirugía

LETICIA COSTA DELGADO
En los tumores cerebrales más graves prácticamente no importa cuán precoz sea el diagnóstico, ni cuán exitosa la cirugía. La esperanza de vida apenas supera el año. Dinorah Friedmann-Morvinski, científica uruguaya, descubrió por qué.
La edición del 18 de octubre de la revista Science tuvo a una uruguaya entre sus autores. Licenciada en Bioquímica por la Universidad de la República y radicada en Estados Unidos desde 2005, Dinorah Friedmann-Morvinski descubrió una de las claves en el desarrollo de los tumores cerebrales más frecuentes y agresivos.
En concreto, el estudio de la investigadora se centró en el glioblastoma, un tumor que afecta a las llamadas células gliales. Dentro del cerebro, son las encargadas de dar soporte a las neuronas, además de reparar y regenerar lesiones del sistema nervioso.
"Es uno de los tumores más agresivos. Por lo general, cuando los pacientes son diagnosticados no tienen más de 12 o 14 meses de vida", explicó Friedmann-Morvinski a El País desde el Instituto Salk de Estudios Biológicos (California, Estados Unidos).
Lo que la uruguaya descubrió fue que cualquier célula madura del cerebro puede mutar y dar origen a este tumor. Y que para lograrlo, se resetea, vuelve a un estado indiferenciado, se reproduce descontroladamente y entonces sí genera toda una amplia gama de células malignas.
Hasta ahora se creía que los glioblatomas surgían únicamente a partir de dos tipos de células: las gliales o las madre (unidades no diferenciadas capaces de transformarse en distintas células del sistema nervioso).
El nuevo hallazgo responde una pregunta que desvelaba a médicos y pacientes. Si las personas son intervenidas quirúrgicamente y el 99,9% del tumor es removido, ¿por qué el glioblastoma se roba la vida en apenas un año y pocos meses?
Porque las pocas células que quedan, imperceptibles a las tomografías y escáneres convencionales, regresan a su estado original y regeneran el tumor desde cero. "Es la razón de por qué el tumor vuelve nuevamente. Tenemos que bloquear ese proceso", enfatizó la autora principal del estudio.
TRATAMIENTOS. El descubrimiento podría tener aplicaciones en la clínica. "En seguida que la persona pase por la cirugía tendríamos que darle quimioterapia, pero no la que estamos dando hoy, porque estas células son resistentes, sino otra dirigida a esas células que ya mutaron y tienen la capacidad de resetearse", explicó Friedmann-Morvinski desde el laboratorio de Genética del instituto estadounidense.
El objetivo, según comentó, sería bloquear el proceso por el que las células vuelven a su estado original; entonces, el tumor moriría. Otra de las aplicaciones sería impedir el segundo paso, que una vez que se reseteen no logren reproducirse ni diferenciarse.
Pero, lamentablemente, para cualquiera de las dos medidas faltan años. Primero, comentó la científica, es necesario entender cómo es que estas unidades minúsculas logran retroceder en su evolución.
"El fenómeno lo encontramos. Ahora la pregunta que viene en el camino es cómo las células logran hacer eso y si sabemos cómo lo logran poder bloquearlo", señaló.
Algunas pistas quizá se encuentren en los trabajos de Shinya Yamanaka, uno de los ganadores del premio Nobel de Medicina 2012, quien descubrió que realizando una serie de cambios genéticos sobre una célula es posible hacerla volver a su estado original.
Friedmann-Morvinski comentó que este sería un proceso diferente porque son células tumorales, pero seguramente haya factores que estén involucrados. Hacia entender mejor este proceso es que concentrará sus esfuerzos en los próximos meses, o años.
RATONES. El hallazgo fue realizado en ratones. De todas formas, para la científica uruguaya hay particularidades del estudio que hacen altamente probable que el proceso funcione igual en estos animales que en los humanos.
El primer punto, indicó la técnica, es que a nivel genético el hombre y el ratón tienen un 90% de similitud.
El segundo punto es que estudios como este suelen realizarse con ratones a los que se les suprime el sistema de defensas, a efectos de que no inhiban el desarrollo del tumor.
Sin embargo, Friedmann-Morvinski mantuvo el sistema inmunológico de los animales sin alterarlo. Así, el tumor se desarrolló prácticamente como lo haría en las personas.
Estos parámetros hicieron que la respuesta de la comunidad científica también fuera favorable para el equipo de la investigadora uruguaya. "A nivel personal fue un logro muy grande, mucha gente se interesó por mi trabajo", contó. Su proyecto ahora es montar su propio laboratorio.

LAS CLAVES DEL ESTUDIO

El centro de la investigación

Entre los tumores del cerebro, el más agresivo y maligno es el glioblastoma, el cual afecta a las llamadas células gliales.

Qué hacen estas células

Las células gliales son las que dan soporte a las neuronas (en el cerebro no hay tejido conjuntivo) y además reparan lesiones del sistema nervioso.

El más letal y agresivo

Ni las cirugías ni la quimioterapia evitan que los pacientes tengan un desenlace fatal en el transcurso del año y medio después del diagnóstico médico.

Los nuevos hallazgos

Dinorah Friedmann-Morvinski, descubrió que cualquier célula nerviosa tiene la potencialidad de mutar y regenerar todo el tumor.

Aplicaciones para el futuro

Para lograrlo mutan y vuelven a un estado indiferenciado. La quimioterapia debería apuntar a esas células madre tumorales y bloquear su reproducción.
El País Digital

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